Lo difícil no es lograr que escuchen un disco nuevo. No. Lo verdaderamente complicado es no acabar odiando las canciones que contiene. Canciones que una vez formaron parte de tu vida —cuando tenías una—, que les grabaste con todo el cariño y que ahora, a base de reproducciones en bucle durante demasiadas horas, se convierten en una murga insoportable que intentas evitar por cualquier medio. Principalmente, grabándoles un disco nuevo. Y vuelta a empezar.
Y es que no tienen suficiente con monopolizar tu tiempo, saquear tu cuenta bancaria y acabar con tu dignidad. También quieren hacerse con tu memoria sentimental. Lo quieren todo. Y lo quieren ya.
Ahí van las canciones que una vez me gustaron, se convirtieron en la banda sonora de las vacaciones de Semana Santa y ahora ODIO profundamente. Los títulos, como siempre, por cortesía de la pequeña (2 años).
1. TELEVISION PERSONALITIES: “El Lalalá”
2. THE CRAMPS: “El Señor que Come Madalenas”
3. THE CHESTERFIELD KINGS: “El Trilirí”
4. THE LYRES: “La del Mareo”
5. DOCTOR EXPLOSIÓN: “La que Le Gusta a Papá” (lo cual no deja de ser de lo más significativo)
6. RAMONES: “El Guanchifró”
7. NEW ORDER: “La de La Bofetada”
8. BLACK SABBATH: “La Tos”
9. TURBONEGRO: “El Guoguoguó”
10. ARETHA FRANKLIN: “La de La Señora Gorda” (un día vimos “Granujas a Todo Ritmo”, aclaro)